“La pasantía de verano fue todo lo que imaginé y más. Sin lugar a dudas fue una gran experiencia que me acercó al mundo real de los litigios del más alto nivel, trabajando con abogados inmensamente capacitados que tienen muchas enseñanzas por ofrecer, y, además, tienen toda la voluntad de transmitirlas. Por todo esto puedo decir que, al final de la pasantía sale una persona muy diferente a la que entró, con mucha más claridad respecto de lo que quiere hacer en la vida profesional, y, que, conociendo la dinámica al interior de la firma más importante del país, no tiene duda que es en una oficina de abogados donde quiere ejercer la profesión.”