"Gracias al privilegio de trabajar con los mejores abogados del país, a la autonomía y confianza que nos fueron brindadas, y bajo el indiscutible peso de la responsabilidad y prestigio que antecede a B&U, aprendí en éstas cortísimas 6 semanas que la excelencia es una presunción ineludible y que el respeto es la consecuencia lógica de situarla como el límite inferior de todos los actos. La excelencia se exige, se vive y se manifiesta en cada concepto, en cada proyecto, en cada idea y consejo. El respeto  circula en el aire, somete, adiestra y encausa la ambición más coherente de ser los mejores. La consecuencia inescindible: haber tenido más tiempo para aprender más y para darlo todo, para quedarse aquí y ser mejor. Gracias a todos. "