La blockchain es una tecnología que funciona como una base de datos y permite almacenar, verificar, validar y rastrear información, mediante la creación de una cadena de bloques enlazados que se actualizan dentro de toda la red de computadores en donde se ha creado un bloque. Lo anterior, implica que la tecnología blockchain no puede ser modificada o borrada y es fácilmente distribuida, lo que permite que sea transparente y confiable. De ahí, el sin número de aplicaciones que se ha dado a la blockchain, como, por ejemplo, en el sector financiero con las cripto monedas.

La tecnología blockchain puede crearse en redes abiertas o cerradas, en ésta última se indica específicamente los usuarios que pueden modificar los bloques. Por lo que, esta tecnología podría tener una importante aplicación para la gestión de activos intangibles, como por ejemplo, a través de redes públicas encaminadas a la anti-falsificación o antipiratería; o redes privadas que permiten controlar desarrollos en el marco de (i) las nuevas creaciones; (ii) derechos de autor; (iii); secretos industriales, los cuales pueden comprender conocimiento, tecnología, o know-how

La aplicación de la blockhain en la activación de planes anti-falsificación o antipiratería, permitiría que los fabricantes y proveedores controlen el tráfico y rastreen sus productos de forma más efectiva, pero, adicionalmente, podría permitir a los consumidores acceder a los datos a través de códigos QR para determinar la procedencia de la mercancía y su originalidad, generando una mayor confianza sobre las marcas que empleen dicho sistema. Particularmente, si tenemos en cuenta que una de las bondades de la blockchain es que brinda un alto nivel de seguridad, pues cuando se ejerce acción sobre un bloque automáticamente se actualizan todos los bloques enlazados a este, lo que implica que un hacker tendría que atacar todos bloques para poder ejecutar un ciberataque, lo que dificultaría que terceros las repliquen para incorporarlas en replicas.

Ahora, la blockchain también tiene una importante aplicación para el desarrollo de nuevas creaciones y los derechos de autor en el que se puede adelantar una trazabilidad sobre un sin número de elementos, como, (i) la fecha en la que fue creado; (ii) las personas que participaron en la creación de la obra o nueva creación y, en consecuencia, son autores o inventores de aquellos; o (iii) las fechas en las que se incluyeron nuevos datos y por quién, para determinar, por ejemplo, una obra derivado o incluso una vulneración a los derechos de autor. 

Además de todo lo anterior, la blockchain también permite determinar qué personas han tenido acceso a la información, a qué tipo de información y si han intentado copiar o modificar la misma, pues sólo quien cuente con una llave de cifrado puede acceder a ésta. Así, las empresas podrían utilizar la blockchain como medida tecnológica para garantizar la seguridad de su información, prevenir la copia por personal no autorizado, es decir, que no cuente con una llave de cifrado y, eventualmente, utilizar los datos como prueba para demostrar la posible vulneración de sus derechos ante un juez competente. 

En conclusión, la blockchain es una tecnología que continúa dando de qué hablar y proporcionando alternativas interesantes para distintos sectores, incluyendo la gestión y protección de activos intangibles.
 

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